
Pequeña anécdota.
En torno a la discusión que viene hace aproximadamente unos 3 años atrás, y que hoy por hoy vuelve a calentar nuestra agenda noticiosa versando sobre el tema de la píldora del día depués. Debo reconocer publicamente que siento un tanto de envidia por los nuevos jóvenes y que esta discusión golpea mi sien trayéndo a colación mi primera experiencia sexual, que a pesar de haber sido celestialmente mágica, culmino lanzándome cual suicida que coquetea con rascacielos besando fogoso la dura acera, pues había esperado tantos años por una mujer especial (por cursi que suene), manteniendo el virginal tesoro solo para la correcta, teniendo que controlar, incluso, mis impulsos con la vieja técnica de la ducha fría ó la nunca bien ponderada puñeta. Y que llegado el momento cumbre de mi ingreso al cachondeo, aquella anhelada compañera me dijese: “creo que estoy embarazada”.
Tanto tiempo me he guardado, pensé, y ahora en mi primera vez voy a ser “taita”. Gracias a Dios, quien nos entrega sus dictámenes y las herramientas para utilizar nuestro libre albedrío, me salve por poco de tener la dicha de estar pagando pensión alimenticia 18 años de mi vida (quizá más) y de esta forma poder estudiar una carísima carrera universitaria que no tengo para cuando terminar de pagar, ahora que me doy cuenta hace rato que me están culiando ¿No habrá una pastilla para esto también?, en fin.
En aquel tiempo era yo un joven irresponsable (¿será posible eso? se preguntaran los que me conocen), pues no utilice ningún tipo de protección coital ya que mi momento llego de improvisto en un recóndito nidito de la bahía viñamarina, pero si hubiese contado con esa bendita píldora del día después, llámese levonorgestrel o postinor 2, mi soñado y romántico ingreso a la vida sexual no hubiese sido tan abruptamente sudado, o más de lo que ya había sudado sobre la arena…
El atao.
Retomando el tema en la agenda noticiosa de nuestro chilito y teniendo en cuenta los dimes y diretes entre políticos y eclesiásticos. Donde por un lado ediles se conminan a la rebeldía al no acatar la libertad que entrega el decidir si se usa un medicamento, que claramente es solo de emergencia, y llevan orgullosos como estandarte de lucha a la institución de la familia, cuando la misma “familia” es la que esta en peligro si vamos a traer al mundo niños que seguramente estarán en riesgo social y de los cuales nadie quiere hacerse cargo, pero este verdadero estado de conciencia no les llama la atención, nos les conviene quizá ¿Cuándo estos cartuchos de mierda nos dejaran decidir? ¿Cual es el tan grave problema?, si la pastilla tiene sustentabilidad biológica como lo explica la Universidad de Princeton, en su pagina de Internet, " lo que hacen las PAE (píldoras anticonceptivas de emergencia) y las mini píldoras de emergencia, principalmente, es modificar el endometrio (...) para inhibir la implantación de un ovulo fecundado ", pero cuando responde a la pregunta sobre si "¿ los anticonceptivos de emergencia pueden provocar un aborto ? " responde: " no, el uso de la anticoncepción de emergencia no produce un aborto ( ... ). La ciencia médica define el inicio de un embarazo como la implantación de un óvulo fecundado en la capa de mucosa que recubre el útero. La implantación ocurre de 5 a 7 días después de la fecundación.
Esta bullada pildorita ni siquiera es cosa nueva, como mencione al comenzar este escrito y en otros países, uff otro cuento, la cuestión es que se comercializa hace un buen tiempo en las farmacias y laboratorios del país. Sí, acabo de tomar mi teléfono y llamar a una de las farmacias cruza verde y consultar por el precio de Levonorgestrel y me comentan que cuesta $ 2.007 pesos, luego pregunto por el precio de postinor 2 y la operadora me contesta: “No señor, acá no vendemos la pastilla del día después”, ¿no tiene el mismo fin ambos medicamentos?, estará demás preguntarse los nombres de las familias dueñas de estas farmacias.
Como esto no es un medio noticioso sino de opinión puedo darme el lujo de hacer preguntas y que entre el lector y yo intentemos encontrar nuestras propias respuestas, por esto quisiera hacer una salvedad tanto o más importante que el cuestionamiento moral (que, por cierto, no me interesa tratar). ¿Es justo que esta píldora la paguemos todos los contribuyentes?
Saque usted sus propias conclusiones.
Datos duros de la píldora del día después:
- Se trata de un método que permite bloquear o retrasar la ovulación, o impedir la anidación en la pared del endometrio.
- Nuestra bullada píldora del día después, llámese “píldora postcoital” o “contracepción de emergencia", evita el embarazo, en un alto porcentaje, si se toma antes de que transcurran 72 horas de haber realizado un coito sin protección.
- Cualquier mujer, desde una adolescente hasta una mujer en la edad de la menopausia, puede utilizar la píldora del día después para evitar el embarazo no deseado.
- Si la usuaria ya estaba embarazada antes de usar la píldora del día después, su embarazo continuará normalmente sin riesgo para el embrión.
- Durante los ensayos clínicos han sido revelados los siguientes efectos secundarios:
Náuseas y vómitos
Mareos, cansancio y dolor de cabeza.
Dolores abdominales, sensibilidad en las mamas.
Sangrado vaginal. Las pautas de sangrado pueden verse temporalmente alteradas, pero la mayoría de las mujeres tendrán su siguiente período menstrual en el día habitual.
Datos estadísticos entregados por Soledad Díaz, investigadora del ICMER (instituto chileno de medicina reproductiva)
- El Ministerio de Salud, busca reducir la tasa de embarazo adolescente en el país, que actualmente es de un 16%, según antecedentes recogidos por el propio ministerio.
- En Vitacura y de Las Condes el 2% de las menores de edad quedan embarazadas. Pero en las comunas más pobres del sur o norte de Santiago, esa cifra se eleva al 22% de las menores de 18 años.
- El 13,6% de las menores de 14 años son madres, mientras que cada año nacen más de 36 mil niños de madres menores de 19 años y otro 45% nace fuera del matrimonio.
- Si en 1990 la tasa de nacimiento en las menores de 19 años era de un 13,8%, en 2000 la cifra creció a un 16%. Una tendencia que esconde una fuerte inequidad social. Los embarazos en La Pintana son diez veces más que en Vitacura.
- El desafío que se ha planteado el gobierno es bajar la tasa de embarazo en menores de 19 años de un 16% a un 8,9% al 2015.