Ya lo avizoraba el libro de Totó Romero, publicado antes de las pasadas elecciones: “Con el voto a dos manos”, título que al parecer, varios se tomaron en serio.
Adonde LAVINste pensarían muchos, luego que hace algunas semanas, el aparentemente ambidiestro, Joaquín Lavín, se confesara como Aliancista Bacheletista. Declarando además, que estaría dispuesto a tomar un cargo de ministro de la república, como tratando de unir en una persona, las múltiples diferencias de ambas visiones de país.
Han pasado varios años ya, y solo hace algunas semanas, comprendo la veracidad del ex slogan de Lavín, cuando era uno de los presidenciables: “Que viva el cambio”, pues, el otrora alcalde de santiago se ha cambiado constantemente de acérrimo pinochetista a deudo de familiares de detenidos desaparecidos, y así, de personaje conservador a un festivo visitante de los cafés con piernas de la capital. Y si sus publicistas hubiesen sido más explicitos en que las cosas se encaminaba por ese lado, creo que varios habrían concordado con “el Joaco”, y juntos podrían haber gritado “que viva el cambio”
“Que no sepa tu mano derecha lo que hace tu izquierda”, así rezaba uno de los pasajes bíblicos, que años más tarde, el compositor Enrique Bunbury hiciera canción. Pero como siempre los políticos lo tergiversan todo, transgredieron también este verso, y ahora ni la derecha sabe que lo que hace la derecha, y como si fuera una película antigua ó una ordinaria mano de cartas, “nadie sabe para quien trabaja”.
Pero Joaquín Lavín no esta solo en sus ambivalentes ideas, aparte de su estratégico grupo de asesores comunicacionales, también tiene como apoyo a Pablo Longueira, Gonzalo Cornejo Y Gustavo Hasbún, que a esta altura, vaya a saber Dios a que partido representan.
Lo concreto es que el ambidiestro retorna a las portadas nuevamente, y más cerca de la “concertación derechista”, del “wuashaquismo on the rocks”, o del nunca bien ponderado “pelo laise pokemon”, para que los más jóvenes me entiendan. Y todo este tongo aunque sus ex colegas de partido le hayan hecho pasar una verdadera “UDIsea”, tan compleja como la de Homero.
¿Que pasará en el desarrollo de este verdadero show?, no se lo pierda, por cualquier canal, por cualquier programa, cualquier diario, cualquier web, y como siempre, a la hora que a los políticos se les ocurra.