Velar amaneceres en tu mesa
Así como novalis con un dedo
Azul tocar tú cuerpo cafeteado.
Ardiendo estoy sombríos ojos tuyos
Claridad sombra excitación en terciopelo
De mirada humedecerte espiga clara
En tu cuerpo humedecer hasta tus huesos.
Tazón de tus caderas bendecidas
Café beber concavidad bajo tu ombligo.
Volverte a la dulzura florecida
Bebamos el café recién molido
2 comentarios:
Qué maravilla Daniel, me encanta.
Un saludo!
Con leche, por favor....!!!
Quiero sentir cómo ésta se escurre entre tus pliegues asesinos.
Bello, ardiente, provocador
Mis Besos.
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